“Che Flor, a un amigo mío le pidieron un presupuesto y no tiene idea cómo sacarlo. ¿Vos cómo hacés?” Y así empieza una seguidilla de audios infinitos por WhatsApp. El poder de síntesis por ese medio no es mi fuerte. Bueno, en realidad en ninguno. Sin embargo, intentaré aplicarlo por acá así no se aburren.
Primero debo decir que este es el modo que me resulta hace más de ocho años a mí como freelancer del universo de Social Media que soy. Asumo que cada uno puede desarrollar sus propias formas. En mi caso, obviamente con el ejercicio lo fui afinando, contemplando los aciertos y los errores. ¿Me he ensartado? Claro que sí. Digamos que es algo que fui aceitando con algo de intuición y otro poco de golpearme contra la pared, como la vida misma.
Tal como nos indicaba Marx (?) nosotros vendemos nuestra fuerza de trabajo (mi pasado en la facultad de sociales me condena). Esta fuerza de trabajo implica horas y es lo que nosotros vamos a ofrecerle al cliente o agencia: nuestro tiempo. Pero, ¿cómo traducimos esto en una propuesta económica?
5 pasos para armar una cotización.
- ¿Qué tareas implicará mi trabajo? Obviamente dependerá del servicio que ofrezca cada uno.
¿Implicará trabajar los fines de semana? ¿Los días de semana en que horario? ¿Hay reuniones? ¿Hay entregas? ¿Con qué periodicidad? Es momento de detallar todo lo que haremos. Por más chiquito que sea, cómo puede ser leer emails, descargar o subir material, nos va a llevar tiempo entonces debemos incluirlo. - A cada uno de esos ítems le estimamos horas que le vamos a dedicar. ¿Cuánto tiempo me va a llevar a hacer tal cosa? Quizás sea una fracción de hora, pero a priori tenemos que calcularla, e incluir todo.
- A cada una de esas tareas le ponemos un valor. Quizás todas las tengan el mismo valor, o no. Dependerá de qué estemos hablando. Lo que me pregunto yo es si todo me lleva el mismo desgaste, concentración y recursos y en función defino. En proyectos grandes he tomado hasta tres valores horas distintos. Vale aclarar que en Argentina saber cuál es ese valor es difícil porque todo es demasiado cambiante.
- Hacer un documento formal para dejar por escrito qué es lo que vamos a hacer. Personalmente no comparto el ejercicio de horas ni el valor hora ahí. Creo que puede generar debate sobre por qué te lleva equis cantidad de tiempo cada cosa. Si el otro no es experto en lo que se supone que nosotros sí podríamos terminar en un callejón sin salida. Yo, de cara al cliente trabajo por objetivos, aunque para ponerle un valor tenga que asignarle horas. Volviendo al documento, yo incluyó con la mayor cantidad de detalles posibles qué es lo que voy a hacer y el valor total (o mensual, depende el caso). Ahí también detallo si hay documentos entregables y en qué período se estará trabajando en el proyecto.
- Incluir cláusulas o términos y condiciones en ese mismo documento
Para mí lo más importante es el detalle de todo lo que no está incluido. Muchas veces se asume, quizás por ignorancia, que vamos a hacer cosas que no estaban en nuestros planes. “Ah yo pensé que los fines de semana ibas a estar disponible”. “¿Ahora lo hacemos todo en inglés?“ Si bien esto está aclarado en la primera parte del documento, con lo que sí vamos hacer, está bueno aclarar qué cosas deberíamos cotizar aparte en caso de que fueran necesarias. Acá incluyó días y horarios, si no se diseña o busca imágenes, compra de herramientas, traducciones, por poner algunos ejemplos.
En las cláusulas también contemplo tiempos y forma de pago y vigencia de la propuesta. Aunque usted no lo crea, a veces aparecen 6 meses después y te dicen “Listo, quiero empezar“. Por un lado, podrías no tener más disponibilidad y, por el otro, podrían haber variado los costos. Así que más vale aclarar que, por ejemplo, la propuesta tiene 30 días de vigencia.
Ya casi estás… Solo falta enviar el documento por email. 💪 Siempre aconsejo manejar todo este tipo de información sobre canales laborales por sobre espacios informales como podría ser el chat. Primero porque nos presentamos como profesionales de otra manera y segundo, porque será más fácil volver sobre nuestros pasos si hiciera falta revisar alguna cuestión. Encontrar info en un chat puede ser muy tedioso. Nuestro yo del futuro siempre agradece los emails bonito con buenos subject. ¡Te lo re prometo!
Detalle: tené en cuenta que muchas veces antes de entrar en los 5 pasos que mencionaba más arriba, tuviste que tener una conversación profunda para dilucidar qué es lo que necesita el cliente. En ese momento se le hacen toooooodas las preguntas que te ayuden a definir el alcance de tu trabajo. Pero eso irá en algún otro post, ¿si?
Mientras tanto les dejo un capítulo del podcast de Coderhouse en donde conversan sobre cómo se define el precio de nuestro trabajo. Debaten sobre varias cosas que tenemos que tener en cuenta cuando hacemos un presupuesto.
Ahora te toca a vos, ¡contame! ¿Ya hiciste algún presupuesto? ¿Cómo lo hiciste? Dejá tu comentario que encantada te leo. 🤓